martes, 29 de mayo de 2007

Y ME HICE NOCHE

Me descubrí ala de cuervo bordada en cenefas
de diamantes y perfumes nocturnos.
Me formé desde los silencios que claman
perfectas sonatas de escalas sombrías.

(Y me hice noche…)

Formo constelaciones con mi piel
que se incendia en resplandores susurrantes
y mi sexo concibe lunas y se humedece
por la dulzura de la lluvia noctívaga.

(Y mi sonrisa se hizo noche…)

La tibieza de mi carne es corpúsculo
de madrugada cernida por mis poros,
mientras mi voz fluctúa en las penumbras
requinteantes de un bolero a media luz.

(Y mi nombre y mis pupilas se hicieron noche…)

Mis senos son tinieblas de agua y mi cintura un abanico
nacarado, desfallecido en el terciopelo oscuro, que vibra
en las tonalidades cromáticas de las teclas de un piano.

(Oscuridades y sombras, donde noche y mujer amalgaman un mismo viento...)



Issa Martínez

2 comentarios:

Alena. Collar dijo...

Mi buena Issa...
Espero que tu "reentrada" sea todo un éxito.
Encantada de leer estos poemas llenos de madrugadas, a veces tristes, es cierto, pero todos con la misma ternura.
Un abrazo muy fuerte.

Marcelo Dance dijo...

Siempre me pregunté:
A que huele un Hada?
Son "semimateriales"?
Es cierto que pueden tomar cualquier forma?
Siempre están llenas de bondad?
Y cuánto tiempo les llevaría convertirse en otro travieso ángel caído?
Son bonitas, pero Lilith también lo era (supuestamente)
Quizás tengas alguna de las respuestas...
Saludos desde Neverland!