martes, 29 de mayo de 2007

Y ME HICE AGUA

Rocíos tempranos desde mis cabellos
derramados en tu almohada.
En el cristal de tus vitrales,
imprecisas lágrimas de mercurio.

(Y me hice agua…)

Efluvios en movimiento
chocando contra las piedras del río,
cuesta arriba: el cauce de tu mirada
aún cuando mis propios remos estaban rotos.

(Y pude ser bahía de nanas apacibles en sus espumas…)

Lluvia sedimentada en pozo para tus horas sinceras,
tranquilo manantial para tus instantes de melancolía,
y mis manos; profusos grifos para lavar tus horas insomnes.

(Y me inventé cascada de risas repiqueteantes para tus días grises…)

Me dibujé en las manos mares y tormentas de verano
aunque inviernos gélidos calaran mis corpúsculos.
Me solidifiqué en la lejanía de los polos, cuando tu no necesitarme
se anidaba en tus pálpitos; me hice nube intáctil
avizora de tu cansancio; y fluí incesante, como diluvio pertinaz,
para tus estaciones de sequías opresoras.

(Y me hice placebo de agua para tus dolores distintos...)


Issa Martínez

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